Una persistente anécdota en la historia del cine sugiere que el universo de Star Wars estuvo cerca de incluir al rapero y actor Tupac Shakur en su elenco. Según un colaborador cercano, Shakur fue considerado por el director George Lucas para interpretar al Maestro Jedi Mace Windu en ‘Episodio I - La amenaza fantasma’, una afirmación que, sin embargo, nunca ha sido corroborada oficialmente.
El origen del relato se atribuye a Rick Clifford, quien fue ingeniero de sonido en Death Row Records. Clifford sostuvo que, en conversaciones sobre las ambiciones cinematográficas de Shakur, el artista le mencionó que tenía programada una lectura de guion con George Lucas. “Me dijo: ‘Tengo que leer para George Lucas’”, recordó Clifford, afirmando que el papel en cuestión era el de un Jedi.
La muerte de Shakur en septiembre de 1996 frustró cualquier posibilidad de que esto se concretara. El guion de ‘La amenaza fantasma’ se encontraba en desarrollo desde 1994 y el rodaje comenzó en junio de 1997, lo que sitúa el fallecimiento del artista dentro de un marco de tiempo plausible para su consideración en el casting. No obstante, ni Lucasfilm ni el propio George Lucas han confirmado que Shakur fuera un candidato real para el papel, manteniendo la historia en el terreno de la especulación.
El rol de Mace Windu fue finalmente asignado al actor Samuel L. Jackson, quien consolidó al personaje a lo largo de la trilogía de precuelas. Curiosamente, Jackson y Shakur habían compartido pantalla previamente en la película de 1992, ‘Juice’.
A pesar de su carrera truncada, Tupac Shakur desarrolló una notable trayectoria en el cine, participando en siete películas. Títulos como ‘Poetic Justice’ y ‘Above the Rim’ demostraron su versatilidad actoral y sus aspiraciones en Hollywood, lo que da credibilidad a la idea de que pudiera ser considerado para proyectos de gran envergadura.
La posibilidad de haber visto a Shakur empuñando un sable de luz se ha convertido en una pieza de mitología para los admiradores tanto del artista como de la saga galáctica. Aunque la historia oficial no lo respalda, el relato de Clifford mantiene viva una de las anécdotas más fascinantes sobre lo que pudo haber sido en la industria del cine.
