La película ‘Nuremberg’, escrita y dirigida por James Vanderbilt, se adentra en la psicología de los líderes nazis durante los juicios de posguerra, proponiendo una incómoda premisa: la clave para comprender la atrocidad no reside en la monstruosidad de sus perpetradores, sino en su inquietante humanidad. Presentada en el Festival Internacional de Cine de Toronto, la cinta explora cómo personas comunes pueden ser capaces de cometer actos de maldad indecible, un mensaje que busca resonar con particular urgencia en el contexto actual.
Ambientada en la cárcel y la sala del tribunal, este thriller histórico se centra en el duelo intelectual y psicológico entre Hermann Göring, interpretado por Russell Crowe, y el teniente coronel Douglas Kelley (Rami Malek), un psicólogo del ejército estadounidense asignado para evaluar la aptitud de los jerarcas nazis para ser juzgados. La narrativa se basa en una meticulosa investigación y en el libro de no ficción de 2013 “El nazi y el psiquiatra”, de Jack El-Hai.
El carisma del mal
La interpretación de Crowe como el Reichsmarschall Göring es central para el impacto de la película. Su personaje es un hábil manipulador, por momentos carismático, imponente y calculador, que busca atraer al psicólogo a su red de justificaciones y mentiras. La actuación ha sido descrita como un poderoso regreso para el actor, quien encarna la escalofriante normalidad con la que el alto mando nazi orquestó el Holocausto. El filme subraya que el olvido de las motivaciones humanas detrás de estos crímenes —el deseo de poder, la acumulación de riqueza y el odio infundado— es un riesgo para evitar que la historia se repita.
La misión del psicólogo Kelley no era solo asegurar que los acusados estuvieran mentalmente aptos para el juicio y evitar los suicidios que ya habían cometido figuras como Hitler o Himmler, sino también indagar en la naturaleza misma del mal. Su investigación, tal como se presenta en la cinta, lo lleva a una conclusión inquietante y controvertida para la época: no existía una patología psiquiátrica particular en los líderes nazis. Eran, en esencia, hombres cuyas ambiciones y odios, amplificados por el poder, los llevaron a cometer actos atroces. “¿Qué hace a los alemanes diferentes de nosotros?”, pregunta el personaje de Malek, en una interpelación directa a la audiencia.
Un recordatorio para el presente
El director James Vanderbilt, quien trabajó en el guion durante 13 años, ha señalado que su motivación es hacer que este capítulo de la historia sea tangible para las nuevas generaciones. “El pasado se aleja cada vez más de nosotros”, expresó Vanderbilt, subrayando la necesidad de recordar estos eventos para aprender de ellos. Este enfoque se materializa en momentos de gran crudeza, como la proyección de imágenes reales del Holocausto durante el juicio, filmando las reacciones del elenco para capturar un impacto auténtico.
Además del duelo psicológico, ‘Nuremberg’ subraya la importancia histórica de los propios juicios como un hito en el derecho internacional. Por primera vez, el liderazgo de toda una nación fue llevado ante un tribunal público para responder por crímenes contra la humanidad, sentando las bases legales para procesar atrocidades a una escala sin precedentes. El filme, cuyo estreno en cines está previsto para noviembre, se presenta no solo como un drama histórico, sino como una advertencia sobre la facilidad con la que el odio puede propagarse cuando se olvida la humanidad de quienes lo ejecutan.