Una perspectiva a distancia sobre la controversia
Casi una década después de que la quinta temporada de 'Game of Thrones' emitiera una de sus escenas más controvertidas, la actriz británica Sophie Turner ha vuelto a abordar el intenso debate que generó. En una entrevista reciente con la revista Flaunt, Turner reflexionó sobre la escena de 2015 en la que su personaje, Sansa Stark, es violada en su noche de bodas por Ramsay Bolton, un momento que provocó una condena internacional generalizada.
Turner, ahora de 29 años, reconoció la naturaleza perturbadora de la secuencia, pero defendió su inclusión en la narrativa como un catalizador para una conversación necesaria. “Sentí —y aún lo siento— que 'Game of Thrones' puso luz sobre cosas que muchos decían: ‘Oh Dios, no se puede mostrar eso’”, afirmó. “Entiendo que pueda ser desencadenante, totalmente lo entiendo, pero también creo que hicimos justicia a las mujeres y a la lucha que han enfrentado por cientos de miles de años”.
La ficción como reflejo de una realidad histórica
La actriz contextualizó la escena dentro de una problemática más amplia y persistente: la normalización de la violencia de género a lo largo de la historia. “Las mujeres hemos tenido que soportar el patriarcado, ser tratadas como objetos y ser constantemente agredidas sexualmente. No conozco a una sola mujer que no haya vivido alguna forma de eso”, señaló Turner, subrayando que la falta de diálogo sobre estas experiencias a menudo lleva a su desestimación.
A su vez, reconoció que los estándares de la industria televisiva han evolucionado. “Si 'Game of Thrones' saliera ahora, seguro habría disparadores de alerta”, admitió. Sin embargo, reiteró su posición: “Me siento orgullosa de haber formado parte de una serie que no evitó mostrar atrocidades que realmente sucedieron a las mujeres”.
El impacto en el elenco y la audiencia
La controversia no solo afectó a la percepción del público, sino también a quienes participaron en la producción. El actor galés Iwan Rheon, quien interpretó a Ramsay Bolton, ha calificado el rodaje de esa escena como “el peor día” de su carrera. En una declaración de 2020 al diario Metro, expresó la dificultad emocional de la filmación: “Nadie quería estar allí. Nadie quiere hacerlo, pero si cuentas una historia tienes que hacerlo con verdad. (...) Fue horrible”.
En su momento, la reacción fue contundente. Figuras públicas, como la entonces senadora estadounidense Claire McCaskill, anunciaron que dejarían de ver la serie, calificando la escena como una “violación gratuita”. Grupos de espectadores promovieron boicots contra la producción de HBO, acusándola de utilizar la violencia sexual como un recurso narrativo innecesario.
Para Sophie Turner, quien interpretó a Sansa Stark desde los 14 hasta los 23 años, la experiencia trascendió la actuación, motivándola a involucrarse en causas sociales. Como patrona de la organización Women for Women International, ha trabajado activamente en apoyo a mujeres sobrevivientes de la violencia en zonas de conflicto, un compromiso que, según ha relatado, fue reforzado por las complejas y difíciles temáticas que abordó en la serie.
