El actor David Tennant, conocido internacionalmente por su interpretación en la serie “Doctor Who” y una prolífica carrera en teatro y televisión, ofreció una mirada introspectiva a su vida profesional y personal durante una participación en el podcast Inside of You.
En la conversación con el actor Michael Rosenbaum, Tennant exploró los orígenes de su carrera, su formación en Escocia y la influencia de su padre, un ministro de la iglesia. “Espero haber heredado algo de su moralidad, porque era un hombre bueno y auténtico”, afirmó, destacando que la ética de trabajo y la integridad inculcadas en su hogar fueron fundamentales para su desarrollo.
El papel que definió una generación
Uno de los temas centrales fue su profunda conexión con “Doctor Who”, una serie de la que fue seguidor desde niño. Tennant describió la experiencia de ser elegido para el papel principal como “surrealista e inevitable a la vez”, confesando que asumir el rol de su ídolo infantil fue un momento que superó sus expectativas. “Las probabilidades de que eso se repitiera en la adultez son mínimas. Siento que gané la lotería”, expresó.
Esta conexión con la serie se extiende a su vida familiar, ya que su esposa, Georgia Tennant, es hija de Peter Davison, quien también interpretó al Doctor en una etapa anterior. “Es estadísticamente imposible, pero aquí estamos. Doctor Who atraviesa nuestra familia”, comentó.
La ansiedad como un desafío constante
El actor también abordó con franqueza su persistente lucha con la ansiedad, un aspecto que, según reconoció, no ha disminuido a pesar del éxito. “Siempre pienso que el próximo trabajo será el último”, admitió. Lejos de ser un obstáculo paralizante, este sentimiento lo impulsa a mantener un alto nivel de compromiso en cada proyecto. Subrayó la importancia del apoyo emocional, destacando el papel crucial de su esposa en su equilibrio personal. “Tener a Georgia en mi vida redujo mi ansiedad. Compartir lo que siento con ella siempre ayuda”, señaló.
El rigor del teatro y la televisión
Tennant rememoró algunos de los mayores desafíos de su carrera, como su aclamada interpretación de Hamlet con la Royal Shakespeare Company. Describió el miedo intenso que sintió antes de su primera función: “Estaba en el suelo de mi camerino en posición fetal, convencido de que no podría salir al escenario”.
En televisión, reflexionó sobre el éxito inesperado del drama “Broadchurch”, que coprotagonizó con Olivia Colman. Explicó que la incertidumbre sobre la identidad del culpable durante el rodaje fue genuina para el propio elenco, lo que contribuyó a la tensión de la serie. Sobre Colman, expresó su admiración: “Es una de esas personas con las que simplemente te alegras de haber hecho amistad”.
Finalmente, el actor criticó los ambientes laborales tóxicos que ocasionalmente persisten en la industria del entretenimiento. “Me resulta muy difícil trabajar en un mal ambiente. No entiendo cómo alguien puede sentirse bien después de hacer llorar a seis personas en un día”, manifestó, aunque aclaró que considera que estas conductas son cada vez menos frecuentes.
