Disputa legal por un éxito global
El cantante británico Robbie Williams enfrenta una demanda por la autoría de “Angels”, una de las baladas más reconocidas de la década de 1990. El músico irlandés Ray Hefferman ha iniciado un proceso legal afirmando que compuso la canción junto a Williams meses antes de su lanzamiento y reclama el 33% de las regalías futuras.
La demanda, que será presentada en tribunales del Reino Unido y Alemania, se ampara en una disposición de la Unión Europea conocida como la “cláusula superventas”. Esta normativa está diseñada para proteger a los autores en casos donde un contrato inicial resulta desproporcionado frente al éxito comercial masivo que una obra alcanza posteriormente, garantizando una compensación justa que refleje su impacto en el mercado.
El origen de la colaboración
La historia se remonta a la Navidad de 1996 en Dublín. Hefferman relató que conoció a Williams, quien recientemente había dejado el grupo Take That para iniciar su carrera como solista. Según su testimonio, ambos trabajaron en una canción titulada “An Angel in Paris”, inspirada en una experiencia personal de Hefferman, y grabaron una maqueta en un estudio de la capital irlandesa.
Hefferman sostiene que esa grabación fue la base que Williams posteriormente llevó al compositor Guy Chambers, con quien finalizó la versión de “Angels” que se convirtió en un éxito mundial. El tema ha superado las 650 millones de reproducciones solo en la plataforma Spotify.
Un acuerdo inicial y un crédito ausente
El músico irlandés explicó que en 1996 aceptó una oferta de 7.500 libras esterlinas por los derechos de la canción, bajo la promesa de que su nombre aparecería en los créditos del álbum Life thru a Lens. Sin embargo, afirmó que nunca recibió dicho reconocimiento como coautor.
“Como compositores, a menudo nos dicen: ‘firmaste el contrato. Mala suerte, así es el negocio de la música’”, declaró Hefferman a medios irlandeses, describiendo su situación como una “batalla legal de David contra Goliat” frente a la fortuna de Williams, estimada en unos 300 millones de euros.
Un posible precedente en la industria
El caso reabre el debate sobre la equidad en los contratos de cesión de derechos en la industria musical, especialmente en un contexto donde las plataformas digitales generan ingresos continuos y a largo plazo. La disputa entre Hefferman y Williams no es un caso aislado; en los últimos años han aumentado los reclamos de compositores que se consideran perjudicados por acuerdos firmados antes de que sus obras alcanzaran un éxito masivo.
Si la demanda prospera, el fallo podría sentar un precedente significativo en Europa sobre la aplicación de la “cláusula superventas”, potencialmente abriendo la puerta a que otros artistas y compositores busquen renegociar las condiciones de sus contratos pasados a la luz del éxito posterior de sus creaciones.