La actriz Kim Novak, ícono de la época dorada de Hollywood, fue homenajeada en el Festival de Cine de Venecia con el León de Oro a la trayectoria. A sus 92 años, la protagonista de "Vértigo" de Alfred Hitchcock recibió el galardón en una emotiva ceremonia antes del estreno mundial de "El vértigo de Kim Novak", un documental que explora su vida y carrera.
Novak, quien recibió una prolongada ovación de pie, agradeció al público y a las circunstancias que le permitieron recibir el reconocimiento en una etapa avanzada de su vida. "Me han dado un regalo tan grande, pero esperaron, esperaron hasta que fuera lo más significativo en mi vida, al final de mi vida, para recibir esto de ustedes", expresó la actriz.
Revelaciones de una infancia difícil
El documental, dirigido por Alexandre O. Philippe, presenta un retrato íntimo de Novak, incluyendo revelaciones sobre sus primeros años. La actriz relató que, debido a las dificultades económicas de la Gran Depresión, su madre intentó interrumpir el embarazo con agujas de tejer y, tras su nacimiento, intentó asfixiarla. "Recuerdo luchar para respirar, para seguir viva, y gané. Me mantuve viva", confesó Novak, atribuyendo a estos episodios los problemas respiratorios que ha padecido.
A pesar de la dureza de su infancia, también reconoció aspectos positivos, describiendo a su padre como un hombre estricto pero con gestos de cariño ocultos, y a su madre como una mujer que, con el tiempo, le infundió seguridad. Recordó cómo su madre la hacía repetir frente al espejo la frase: "Soy la capitana de mi propio barco", una lección de autoafirmación que la marcaría.
Una carrera en desafío a Hollywood
Kim Novak es recordada principalmente por su doble papel como Madeleine Elster y Judy Barton en el clásico de 1958, "Vértigo". Sin embargo, su carrera fue relativamente corta. Se retiró de la industria cinematográfica menos de una década después de su apogeo, en un acto de rebeldía contra el férreo control que los estudios ejercían sobre sus estrellas. Prefirió dedicarse a la pintura y a una vida alejada de los reflectores.
Otros de sus papeles destacados incluyen sus actuaciones en "Bésame, tonto" (1964) de Billy Wilder y "Me enamoré de una bruja" (1958) de Richard Quine. Alberto Barbera, director artístico del festival, la describió como "uno de los íconos más queridos de toda una era del cine de Hollywood", destacando su "prematuro y voluntario exilio de la jaula dorada de Los Ángeles".
Inquietud por un futuro biopic
Recientemente, Novak ha expresado su preocupación por la película biográfica "Scandalous!", que se centrará en su relación con el cantante Sammy Davis Jr. en la década de 1950. La actriz teme que el filme retrate el vínculo de manera sensacionalista. "No creo que la relación fuera escandalosa. Él era alguien a quien realmente quise", declaró a medios internacionales, añadiendo su inquietud de que la narrativa se enfoque en "razones sexuales" en lugar del afecto genuino que compartían en una época marcada por la tensión racial.
Mientras tanto, la actriz vive una vida tranquila en un rancho, dedicada a sus animales. Según su representante, Sue Cameron, Novak se mantiene activa y prefiere la privacidad a la atención pública, haciendo de este homenaje en Venecia un momento singular en su prolongado retiro.