Mientras diez equipos competían en el Gran Premio de Italia en Monza, un undécimo equipo trabajaba entre bastidores con una intensidad similar. Cadillac, la escudería estadounidense que se prepara para su debut en la Fórmula 1 en 2026, está ejecutando simulaciones completas de fines de semana de carrera para asegurar que su equipo esté plenamente operativo antes de su entrada oficial en la competición.
El objetivo de estos ejercicios no es meramente simbólico, sino una parte fundamental de la construcción de un nuevo equipo desde cero. Al reunir a un grupo diverso de ingenieros, que incluye tanto a veteranos de la industria como a recién graduados, la prioridad es forjar una unidad de trabajo cohesiva. Este proceso busca perfeccionar la comunicación interna, sincronizar las diversas habilidades técnicas y aclimatar al personal al ritmo y la presión de un fin de semana de Gran Premio, donde cada decisión debe tomarse en plazos estrictos.
Un programa paralelo para una preparación integral
Para lograr esta cohesión, Cadillac ha implementado un programa de simulación en el que participa personal clave tanto en pista como en operaciones remotas. El equipo ya ha simulado los Grandes Premios de España e Italia, replicando cada fase del evento, desde los entrenamientos libres del jueves hasta la carrera del domingo. Unas cincuenta personas, distribuidas entre la sede de desarrollo de chasis en Silverstone, Reino Unido, y el centro de operaciones remotas en Charlotte, Estados Unidos, participan en estas prácticas.
Utilizando un avanzado simulador, el equipo trabaja con un "coche virtual" para afinar la configuración sesión tras sesión. Cada ciclo de pruebas va seguido de reuniones técnicas para analizar los datos recogidos y evaluar el impacto de los ajustes, un proceso crucial para calibrar los tiempos de respuesta del equipo. Paralelamente, se realizan reuniones de fiabilidad para verificar la integridad de los componentes virtuales, simulando las inspecciones físicas y el análisis de datos de la unidad de potencia y la caja de cambios que se realizan en un fin de semana de carrera real.
Las simulaciones también abarcan la planificación estratégica. Se discuten y ensayan respuestas a diversos escenarios de carrera, como la gestión de neumáticos o la aparición de un coche de seguridad. Los datos generados en cada simulación se archivan y se utilizan para entrenar algoritmos de software interno, con el fin de desarrollar herramientas de predicción cada vez más precisas.
La preparación de Cadillac es tan exhaustiva que incluso incluye la simulación de los compromisos mediáticos de los pilotos. Este ejercicio permite al equipo cronometrar y coordinar estas obligaciones con los informes técnicos y el trabajo en el coche, asegurando una integración fluida de todas las actividades oficiales.
Con este "campeonato en la sombra", lejos del escrutinio público, Cadillac busca poner a prueba cada procedimiento y anticipar cualquier imprevisto. El objetivo final es llegar a su debut oficial no como un novato, sino como una organización que, aunque sea de forma simulada, ya ha experimentado las presiones y la dinámica de un Gran Premio.