Las investigaciones sobre los hechos violentos ocurridos en junio en el municipio de Llallagua, Potosí, que resultaron en la muerte de tres policías y un civil durante bloqueos de carreteras, continúan con el objetivo de localizar a todos los responsables. El viceministro de Régimen Interior y Policía, Jhonny Aguilera, afirmó este lunes que el caso “está esclarecido”, aunque varios implicados permanecen prófugos.
“Tenemos varias personas que han fugado del área de operación y que han intervenido en ese hecho, por lo cual estamos en la coordinación para emitir alertas rojas en Interpol”, declaró la autoridad en una entrevista radial. Entre los individuos buscados se encuentra el dirigente Ramiro Cucho, cuyo paradero es desconocido.
Paralelamente a la búsqueda de los fugitivos, el viceministro Aguilera señaló que el gobierno está implementando medidas de protección para testigos clave. “Ahora estamos trabajando en la protección de testigos, hubo varias personas que nos han brindado información”, agregó.
Uno de los avances más significativos en el caso es la detención del alcalde de Llallagua, Adalid Jorge Aguilar, quien se encuentra en prisión preventiva por un periodo de tres meses. La autoridad local fue formalmente imputada por los delitos de asesinato, homicidio, lesiones graves y leves, destrucción y deterioro de bienes del Estado y asociación delictuosa.
Según el viceministro, a pesar de que el alcalde actuó como mediador en la fase final del conflicto, las investigaciones apuntan a que desempeñó un rol crucial en la planificación de las protestas. “Él tenía un rol de organizador intelectual y logístico, (…) ha coordinado los bloqueos, ha tenido comunicaciones (con dirigentes) y hubo reuniones previas”, concluyó Aguilera.