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‘El club del crimen de los jueves’: Chris Columbus dirige a un elenco estelar en su nueva adaptación

La adaptación cinematográfica de la popular novela criminal reúne a veteranos de la pantalla como Helen Mirren y Pierce Brosnan en un misterio de asesinato ambientado en una comunidad de retiro.
El club del crimen de los jueves (Internet)

Una adaptación con un reparto destacado

Basada en la novela homónima, la película “El club del crimen de los jueves” presenta una trama que combina comedia, suspenso y crimen. Dirigida por Chris Columbus, la producción cuenta con un reparto que incluye a figuras consolidadas como Helen Mirren, Pierce Brosnan, Ben Kingsley y Celia Imrie, junto a Naomi Ackie.

La historia se desarrolla en Coopers Chase, una comunidad de retiro donde un grupo de amigos se reúne regularmente para analizar casos criminales sin resolver. Su pasatiempo intelectual toma un giro inesperado cuando un homicidio real ocurre en su entorno, obligándolos a aplicar sus habilidades deductivas a una investigación en curso.

Los protagonistas, Ron (Brosnan), Elizabeth (Mirren), Ibrahim (Kingsley) y Joyce (Imrie), se ven envueltos en un misterio que comienza con un asesinato y que rápidamente escala. De forma paralela, los residentes también encaran la amenaza de perder su hogar debido a los planes de uno de los propietarios de vender la propiedad.

La resolución del misterio central

La investigación se inicia con la muerte de Tony Curran, uno de los copropietarios que se oponía a la venta del complejo. Su cuerpo es hallado sin vida en su domicilio, en circunstancias que sugieren un acto criminal. Poco después, Ian Ventham, el socio que promovía la venta, también es asesinado, lo que consolida la teoría de un crimen en serie.

Mientras la oficial Donna de Freitas (Naomi Ackie) lidera la investigación formal, los miembros del club descubren que la muerte de Curran fue, en realidad, un accidente. Bogdan, el cuidador de la propiedad, confesó haberlo causado involuntariamente durante una disputa. La confesión fue grabada sin su conocimiento por el esposo de Elizabeth, quien documentaba sus partidas de ajedrez, proporcionando una prueba crucial para resolver una parte del enigma.

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