En el marco de un nuevo aniversario del fallecimiento de la Princesa Diana, la actriz Jamie Lee Curtis ha compartido un recuerdo personal sobre un encuentro fallido y un posterior intercambio de cartas con la miembro de la realeza británica, ocurrido apenas dos meses antes de su muerte en agosto de 1997.
El episodio tuvo lugar en los estudios Pinewood, cerca de Londres, donde Curtis se encontraba rodando la película "Fierce Creatures". Según el relato de la actriz, la familia real tenía programada una visita al set de filmación. Durante una pausa, Curtis se dirigió a su camerino y, en ese preciso instante, la Princesa Diana llegó al estudio acompañada de sus hijos, William y Harry.
Al ser alertada de la visita, la actriz intentó regresar rápidamente, pero solo alcanzó a ver a la princesa y a sus hijos mientras se retiraban. "Salí rápidamente, pero cuando volví, ella ya se marchaba", precisó Curtis.
Una correspondencia inesperada
Lamentando la oportunidad perdida, Curtis decidió escribir una carta a la Princesa Diana, que envió al Palacio de Kensington. En la misiva, la actriz explicó el motivo de su ausencia y expresó su admiración por la labor y la figura de la princesa.
Para su sorpresa, al día siguiente recibió una respuesta manuscrita de la propia Diana. En ella, la princesa le agradecía por su carta y mostraba comprensión por la situación. “[Diana me respondió] agradeciéndome por escribirle y comprendiendo, por supuesto, que a todos nos pasa necesitar ir al baño; dijo que esperaba que algún día nos conociéramos”, detalló la actriz.
Dos meses después de este breve intercambio, la princesa falleció en un accidente automovilístico en París. Curtis reflexionó sobre el impacto de la noticia y cómo el recuerdo de Diana resurgió años más tarde al leer sobre la búsqueda de una vida consciente. “Pensé inmediatamente en Diana y en su esfuerzo por aprender a vivir sabiamente. Habló abiertamente de sus asuntos personales y demostró coraje y compasión”, comentó la actriz, quien afirmó seguir conmovida por la “gracia y el coraje” de la princesa.
Diana de Gales falleció a los 36 años en un accidente de tráfico el 31 de agosto de 1997, junto a su pareja, Dodi Fayed, y el conductor del vehículo. El suceso se convirtió en una de las tragedias más recordadas de la familia real británica y su memoria permanece vigente en el ámbito público y cultural.
