El impacto de las altas temperaturas
El entorno ejerce una influencia considerable en el estado de ánimo y el bienestar general. Aunque a menudo subestimado, el cambio en las temperaturas tiene una repercusión directa en la salud mental, afectando procesos biológicos y psicológicos.
Con la llegada del calor, el cuerpo puede experimentar un aumento en los niveles de cortisol y serotonina. Este desajuste hormonal puede derivar en un incremento de la ansiedad, irritabilidad y un estado de malestar general, ya que el organismo interpreta las altas temperaturas como una amenaza.
Asimismo, las altas temperaturas facilitan la deshidratación, lo que dificulta el funcionamiento óptimo del cerebro y el cuerpo. Esto afecta negativamente la concentración y el estado anímico.
Durante la noche, el calor puede impedir un descanso adecuado, lo cual repercute en la memoria, la capacidad de concentración y puede agudizar sentimientos de tristeza y ansiedad. Adicionalmente, el cerebro debe trabajar más para regular la temperatura corporal, una carga que puede llevar a la confusión y a dificultades en la toma de decisiones.
El frío y sus efectos en el estado mental
A diferencia del calor, cuyos efectos son a menudo una reacción física del organismo, el frío puede tener un impacto más directo en la mente y el estado de ánimo. Según indican análisis del Instituto de Salud Global (ISGlobal), las bajas temperaturas, frecuentemente acompañadas de un clima adverso, pueden generar un malestar generalizado y un sesgo hacia un bienestar emocional más negativo.
A esto se suman síntomas físicos como entumecimiento, sequedad de la piel y dolores musculares, que contribuyen a deteriorar el estado de ánimo de quienes los padecen.
Una preocupación más amplia: la ecoansiedad
Más allá de los efectos directos de la temperatura, es relevante considerar el impacto psicológico de la crisis climática. La percepción de esta como un riesgo real y presente puede generar estrés, preocupación excesiva y ansiedad. Este fenómeno, conocido como ecoansiedad, representa una nueva dimensión en cómo el clima afecta la salud mental de las personas.