Enfrenta posible deportación a Uganda
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) detuvo este lunes a Kilmar Ábrego García, un ciudadano salvadoreño que había sido liberado de prisión el pasado viernes por orden de una jueza. La detención se produjo cuando se presentó en las oficinas de ICE en Baltimore, como parte de las condiciones de su liberación, y ahora enfrenta una posible deportación a Uganda.
Ábrego García, considerado un símbolo de las políticas migratorias de la administración de Donald Trump, se había reunido con su familia durante el fin de semana tras pasar 160 días detenido. Su caso ganó notoriedad en marzo, cuando fue deportado “erróneamente” a El Salvador, a pesar de contar con protección judicial en Estados Unidos desde 2019. A su llegada, fue recluido en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT), la prisión de máxima seguridad del gobierno de Nayib Bukele.
Después de varios fallos judiciales en su contra, el gobierno estadounidense gestionó su regreso a Estados Unidos en junio, donde permaneció encarcelado en Tennessee hasta su liberación el viernes. “Esto ha sido un milagro”, declaró Ábrego García el lunes antes de su cita con ICE, agradeciendo el apoyo recibido.
La gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, confirmó el nuevo arresto en la red social X, acusando a Ábrego García de ser miembro de la Mara Salvatrucha, traficar con personas y cometer abuso infantil. “El presidente Trump no va a permitir que este inmigrante ilegal siga aterrorizando a los ciudadanos de Estados Unidos”, afirmó Noem, sin especificar el destino de la deportación.
De las acusaciones mencionadas, únicamente la de tráfico de inmigrantes corresponde a una investigación en curso en un tribunal de Maryland. La administración no ha presentado pruebas públicas sobre las otras denuncias.
Simon Sandoval-Moshenberg, uno de los abogados de Ábrego García, declaró que las autoridades buscan deportarlo a Uganda como una forma de “venganza” y para “castigarle por ejercer sus derechos constitucionales” al llevar su caso a los tribunales. “Hay otra opción perfectamente razonable, Costa Rica, donde su familia puede visitarle con más facilidad, pero intentan enviarle al otro lado del mundo”, señaló el abogado. El gobierno de Uganda mantiene un acuerdo con Estados Unidos que le permite aceptar la deportación de ciudadanos de terceros países.