El presidente de Francia, Emmanuel Macron, y su esposa, Brigitte Macron, han iniciado una demanda por difamación contra la comentarista conservadora estadounidense Candace Owens, quien difundió la afirmación de que la primera dama nació hombre. Según el abogado de la pareja presidencial, la acción legal estará respaldada por pruebas científicas y fotografías con el fin de refutar las aseveraciones.
Las acusaciones de esta índole no son un hecho aislado en el ámbito público. Otras mujeres en posiciones de alta visibilidad han enfrentado campañas de desinformación similares como estrategia de descrédito. El caso de la señora Macron eleva el debate a la esfera judicial, donde se espera que los argumentos se basen en evidencia verificable.
Las pruebas en el centro del litigio
La defensa de Brigitte Macron se centrará en dos tipos de pruebas para establecer los hechos. En primer lugar, se presentarán pruebas científicas que podrían incluir un cariotipo, un análisis que detalla la composición cromosómica de un individuo. En humanos, la configuración XX se asocia generalmente con el sexo biológico femenino, mientras que la XY se corresponde con el masculino. Adicionalmente, se podrían realizar análisis hormonales para medir los niveles de estrógenos y progesterona, hormonas predominantes en mujeres.
Una segunda línea de evidencia consistirá en fotografías de los embarazos de la señora Macron. La capacidad de gestar es una función biológica del aparato reproductor femenino, por lo que estas imágenes se utilizarían como una prueba directa de su sexo biológico.
Si bien la ciencia define el sexo biológico a partir de parámetros cromosómicos, hormonales y anatómicos, existen condiciones de intersexualidad donde estas características no se alinean de manera convencional. Sin embargo, la defensa de la primera dama busca presentar un caso concluyente basado en la evidencia disponible para contrarrestar lo que han calificado como una campaña de difamación.