Cargando...

Dolar 6.96Bs / USDT 6.96Bs

Krakatoa, 1883: La erupción que produjo el sonido más potente de la historia

El 27 de agosto de 1883, la erupción del volcán Krakatoa en Indonesia no solo causó una devastación masiva y decenas de miles de muertes, sino que también generó el sonido más fuerte registrado en la historia, con efectos atmosféricos que se sintieron en todo el mundo.
Internet

El 27 de agosto de 1883, una catastrófica erupción volcánica en la isla de Rakata, Indonesia, desencadenó uno de los desastres naturales más significativos de la historia moderna. La explosión del volcán Krakatoa provocó el colapso de su caldera y la práctica desaparición de la isla, causando la muerte de más de 36.000 personas. Las víctimas perecieron tanto por el impacto directo de la erupción como por los tsunamis subsecuentes, con olas que alcanzaron hasta 46 metros de altura.

El estruendo que recorrió el mundo

Más allá de su letalidad, la erupción del Krakatoa es recordada por haber producido el sonido más potente jamás registrado por el ser humano. Según testimonios de la época, el estruendo fue tan intenso que se escuchó con claridad en Australia, a más de 3.000 kilómetros de distancia, y en las islas Rodrigues, en el océano Índico, a casi 5.000 kilómetros. Ningún otro evento, natural o artificial, ha generado un sonido de tal magnitud en la historia documentada.

Una potencia sin precedentes

Se estima que la explosión tuvo una potencia equivalente a 200 megatones, una fuerza aproximadamente 13.000 veces superior a la de la bomba atómica de Hiroshima, que fue de 15 kilotones. El sonido del Krakatoa superó en intensidad a otros eventos de gran escala, como la erupción del volcán Tambora en 1815 —considerada la más mortífera de la historia— y el impacto del bólido de Tunguska en Siberia en 1908.

Efectos atmosféricos globales

La erupción inyectó a la atmósfera una inmensa cantidad de ceniza y gases, lo que tuvo consecuencias a escala planetaria. Las partículas en suspensión formaron un velo que bloqueó parcialmente la radiación solar, provocando una disminución de 0,6 °C en la temperatura promedio de la Tierra durante los meses siguientes.

Además, las partículas volcánicas, de un tamaño similar a la longitud de onda de la luz roja, dispersaron esta última de manera efectiva, mientras permitían el paso de otras longitudes de onda, como las del azul. Este fenómeno alteró la percepción de los colores en la atmósfera y dio lugar a un efecto óptico singular: durante un tiempo, la Luna adquirió una tonalidad azulada. El evento del Krakatoa no solo dejó una huella de destrucción, sino que también se consolidó en los anales de la ciencia como un referente del poder geológico de la Tierra.

RATING

1568 VIEWS
32 COMMENTS

Share To

TE PUEDE GUSTAR