La diputada y psiquiatra chilena María Luisa Cordero generó una fuerte controversia tras emitir declaraciones en las que cuestionó la capacidad intelectual de los bolivianos, atribuyéndola a la falta de oxígeno en el altiplano. Las afirmaciones se produjeron durante una sesión en la Cámara de Diputados de Chile el pasado martes.
El debate se centraba en un proyecto sobre la inscripción de vehículos importados, en el marco del cual se discutió una propuesta del político boliviano Rodrigo Paz para legalizar los vehículos indocumentados, conocidos como "chutos". Varios parlamentarios chilenos expresaron su preocupación de que dicha medida pudiera incentivar el robo de automóviles en su país.
En su intervención, la diputada Cordero recurrió a argumentos pseudocientíficos para describir lo que denominó "la fisiología del cerebro de los bolivianos". Sostuvo que, por nacer en el altiplano, "tienen disminución del oxígeno cerebral". Afirmó que los bolivianos son "portadores crónicos desde el nacimiento de una encefalopatía hipóxica", un supuesto daño cerebral por falta de oxígeno que, según ella, conduce a la bradipsiquia, un término médico que se refiere a la lentitud del pensamiento.
Cordero fue más allá al interpretar el término, afirmando que la bradipsiquia "es el nombre elegante para decir la tontorrones" y concluyó que esta condición "es crónica y no tiene remedio".
Las declaraciones provocaron una reacción inmediata en Bolivia. El excandidato presidencial Samuel Doria Medina calificó los comentarios como una expresión de racismo y "determinismo geográfico", ideologías que consideró superadas. "La única estupidez es la de quienes siguen siendo racistas", escribió en sus redes sociales.
Doria Medina instó a la Cancillería boliviana a convocar al cónsul chileno y presentar una protesta enérgica "por este ataque a los bolivianos", advirtiendo que este tipo de discursos extremistas atentan contra la democracia y las relaciones entre ambos países.
