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Pautas para una alimentación escolar saludable: qué incluir y qué evitar en el almuerzo de los niños

Expertos en nutrición detallan las pautas para preparar almuerzos escolares equilibrados que favorezcan el desarrollo y la concentración de los niños, destacando los alimentos recomendados y aquellos que se deben evitar.
El almuerzo es una pieza clave en la dieta saludable de los niños.

Una alimentación adecuada durante el horario escolar es fundamental para el óptimo desarrollo físico e intelectual de los niños. Una dieta equilibrada no solo repercute en la salud general, sino que también es clave para mantener altos niveles de concentración y un estado de ánimo estable a lo largo de la jornada académica.

Alimentos recomendados para el almuerzo escolar

Los especialistas en nutrición ofrecen una serie de recomendaciones para componer un refrigerio saludable y nutritivo.

Frutas: Se aconseja su consumo en su forma entera o deshidratada para asegurar el aporte de vitaminas y fibra. Se desaconsejan los zumos, incluso los naturales, por su alto contenido de azúcares libres y la pérdida de propiedades nutritivas durante su procesamiento.

Lácteos: Las opciones preferibles incluyen el yogur natural sin azúcares añadidos y quesos de calidad, que aportan calcio y proteínas.

Frutos secos: Consumidos al natural o tostados y sin sal, constituyen una fuente importante de grasas saludables y contribuyen a la saciedad.

Bocadillos y sándwiches: Si bien son una opción tradicional, el contenido es crucial. Se recomiendan rellenos como queso fresco, tortilla francesa, aguacate o hummus en lugar de productos procesados.

Otras alternativas: El huevo cocido, que aporta proteínas; las tortitas de avena; los bizcochos caseros con bajo contenido de azúcar; o los bastones de verduras son opciones nutritivas y variadas para complementar la dieta.

Productos que se deben limitar o evitar

Para asegurar una dieta equilibrada, es igualmente importante conocer qué productos deben ser excluidos o limitados en la alimentación infantil.

Productos ultraprocesados: Es fundamental evitar alimentos como galletas, bollería industrial, dulces y patatas fritas. Estos productos suelen tener un alto contenido de azúcares, grasas no saludables y aditivos, con un bajo valor nutricional.

Bebidas azucaradas: Se debe prescindir de refrescos, zumos envasados y otras bebidas con sabor a frutas debido a su elevado aporte de azúcar, que no ofrece beneficios para la salud.

Fiambres y embutidos: Aunque su uso está extendido, los expertos recomiendan que el consumo de carnes procesadas sea ocasional y no diario. Es preferible sustituirlos por las alternativas más saludables mencionadas anteriormente para los sándwiches.

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