Hallazgos sobre el impacto en el feto
Investigaciones recientes han advertido que la infección por COVID-19 durante el embarazo podría tener consecuencias en el neurodesarrollo del feto. Un estudio liderado por el Instituto de Neurociencias del CSIC y la Universidad Miguel Hernández en España, destaca un aumento del diez por ciento en los casos de retraso cognitivo en niños nacidos de madres infectadas antes de la disponibilidad de vacunas. Estas consecuencias se relacionan principalmente con el aprendizaje y la memoria.
El equipo de investigación examinó cerebros de fetos de aproximadamente 20 semanas de gestación, obtenidos de donaciones anónimas tras abortos espontáneos en 2020. Se observó que, en casos de infección congénita grave, el virus SARS-CoV-2 afectó directamente a las células en desarrollo en el hipocampo, una región cerebral fundamental para la memoria a largo plazo. Este hallazgo podría explicar el aumento de diagnósticos de trastornos del déficit cognitivo, del espectro autista y dificultades de aprendizaje.
El efecto protector de la vacunación
Los datos epidemiológicos del estudio confirmaron un incremento significativo en el déficit del desarrollo cognitivo en niños expuestos al virus en el útero, en comparación con sus pares no expuestos. No obstante, el informe subraya un punto crucial: este incremento se redujo considerablemente en los descendientes de madres que habían sido vacunadas. Esto sugiere que la inmunización materna ofrece una protección efectiva contra estos efectos adversos.
Evidencia de otros estudios internacionales
Las conclusiones de la investigación española son consistentes con otros trabajos a nivel mundial. Un estudio realizado en Estados Unidos con más de 7.000 nacimientos encontró que los niños expuestos al virus durante el embarazo tenían una mayor probabilidad de recibir un diagnóstico neurológico en su primer año de vida, incluso después de ajustar por factores como el parto prematuro. Las infecciones ocurridas durante el tercer trimestre mostraron los efectos de mayor magnitud.
Asimismo, una investigación australiana que dio seguimiento a un grupo de madres hospitalizadas por COVID-19 durante la gestación detectó niveles elevados de la citocina inflamatoria IL-6 en el momento del parto. Los bebés de estas madres presentaron puntuaciones más bajas en habilidades de comunicación y resolución de problemas a los 12 meses. Los investigadores vincularon estas alteraciones con cambios en la metilación del ADN en genes asociados al desarrollo cerebral.
La evidencia científica acumulada apunta a que la exposición al COVID-19 durante el embarazo, particularmente en casos graves o en ausencia de protección vacunal, puede representar un riesgo tangible para el neurodesarrollo de los hijos.