Una figura clave del cine y teatro español
Eusebio Poncela, el aclamado actor cuya carrera abarcó momentos cruciales del cine y el teatro español, ha fallecido a los 79 años. Considerado una de las figuras más emblemáticas de la Transición y la Movida madrileña, Poncela se consolidó como un intérprete versátil, conocido por su intensidad en pantalla y su elección de papeles complejos y, a menudo, marginales.
Nacido en Madrid en 1945 en un entorno obrero, su vocación actoral se manifestó desde la infancia. Tras graduarse en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD), inició una sólida carrera teatral en la década de 1960. Sin embargo, su consagración llegaría en el cine con 'Arrebato' (1979), una película de Iván Zulueta que, pese a un discreto estreno, se convirtió en una obra de culto del cine español.
Colaboración y distanciamiento con Almodóvar
Durante la década de 1980, Poncela se convirtió en un rostro fundamental del cine de autor español. Su colaboración con el director Pedro Almodóvar lo proyectó internacionalmente, primero con 'Matador' (1986) y, un año después, con el protagónico en 'La ley del deseo' (1987). En esta última, su interpretación de un director de cine homosexual, junto a un joven Antonio Banderas, rompió barreras en la representación explícita del deseo y las relaciones LGTBIQ+ en el cine.
A pesar del éxito, la relación entre actor y director se fracturó, un distanciamiento que Poncela abordó en varias ocasiones. “Yo no tengo nada que ver con él, hace treinta años que no le veo”, afirmó en una entrevista, dejando claro que su vínculo pertenecía al pasado. En sus declaraciones, el actor sugirió que la etapa más innovadora del director había concluido, comparándolo con Woody Allen. “Tuvo una época en la que era auténtico y creativo. Él quedará ahí por eso, lo cual es muy respetable”, matizó, reconociendo el legado del cineasta.
Una vida marcada por la adicción y la recuperación
La vida de Eusebio Poncela estuvo profundamente marcada por su lucha contra la adicción a la heroína, una batalla que duró casi tres décadas. Esta dependencia lo obligó a detener su carrera y buscar refugio en Argentina para iniciar un largo y difícil proceso de desintoxicación. “No te puedo explicar lo que fue el primer año de desengancharse de una cosa tan fuerte. Yo me volví muy loco”, relató sobre esa etapa.
En Argentina, su carrera resurgió con la propuesta del director Adolfo Aristarain para la película 'Martín (Hache)' (1997), donde su interpretación le valió el aplauso unánime de la crítica. Tras superar su adicción, reflexionó con dureza sobre el impacto de la droga en su generación: “Puedo escribir un libro con toda la gente que tengo muerta por culpa de la heroína”.
Legado de un actor 'desobediente'
A lo largo de su extensa filmografía, Poncela trabajó con directores como Carlos Saura, Pilar Miró e Imanol Uribe, y obtuvo una nominación al Premio Goya por su papel en 'Intacto' (2001). También tuvo una notable presencia en televisión, con series como 'Los gozos y las sombras' y, más recientemente, interpretando al cardenal Cisneros en 'Isabel' y 'Carlos, Rey Emperador'.
Fiel a su carácter, Poncela confesó no haber visto nunca sus propias películas, una decisión personal para no “observarse”. Su trayectoria, definida por él mismo como la de un actor “desobediente, marginal y descarado”, deja un legado de autenticidad y riesgo artístico que lo consolida como una figura irrepetible en la historia cultural de España.