La reciente muerte del actor español Eusebio Poncela, figura icónica del cine de la transición española, ha traído de vuelta a la memoria su influyente conexión con la cultura argentina a través de su protagónico en el videoclip de “Matador”, el mayor éxito de la banda Los Fabulosos Cadillacs y una de las canciones más determinantes del rock latinoamericano.
La producción, dirigida por Pucho Mentasti, no solo catapultó la canción a nivel internacional, sino que también estableció un nuevo estándar para la narrativa audiovisual en la música de la región. El videoclip fue galardonado con el premio MTV Video Music Award en 1994, un hito que confirmó el impacto global del proyecto. En una entrevista de la época, Mentasti comparó el suceso de “Matador” con el de la película “El Mariachi” de Robert Rodriguez, señalando que “lo latino está de moda en el mundo”.
Un Símbolo de Resistencia
El videoclip de “Matador” se consolidó como una declaración visual de resistencia. En él, Eusebio Poncela interpreta a un bandido urbano perseguido hasta su sacrificio, una poderosa metáfora de la lucha contra las dictaduras que asolaron Sudamérica. Este discurso combativo fue una seña de identidad para Los Fabulosos Cadillacs durante la década de 1990, y la participación de Poncela aportó una profundidad cinematográfica que intensificó el mensaje de denuncia social.
La canción, incluida en el álbum recopilatorio “Vasos Vacíos”, se convirtió en un himno, en gran parte gracias a la carga simbólica que le otorgó su representación visual. El rodaje se llevó a cabo en el barrio de La Boca, en Buenos Aires, específicamente en el pasaje Padre Federico Grote, un sacerdote redentorista alemán que a finales del siglo XIX dejó una marca en la historia social de la ciudad al organizar gremialmente a los vendedores de diarios.
Detalles de la Filmación
Pucho Mentasti, nieto del fundador de la histórica productora Argentina Sono Film, convirtió el video en un éxito de alta rotación en MTV Latino. Cada elemento, desde la escenografía hasta los símbolos, fue cuidadosamente seleccionado para reflejar la identidad de la banda. Según relató Mentasti a la revista Rolling Stone en 2022, el guion fue diseñado en conjunto con el cantante Gabriel Fernández Capello (“Vicentico”).
Entre los detalles que definieron la estética del video destacan un automóvil Cadillac modelo 1938 utilizado como coche fúnebre, la presencia de murgueros, bailarinas y los propios músicos desempeñando distintos roles. Uno de los aspectos más recordados de la filmación fue la necesidad de reemplazar una bandera del club San Lorenzo por una de Boca Juniors durante una escena de procesión, debido a presiones en el lugar. “El mundo marginal de los ídolos latinos ajusticiados por los grandes poderes es algo que siempre me apasionó”, explicó el director. “En esa época tenía buenos contactos y pude sumar al elenco a Eusebio Poncela, que se prendió al toque”.