Un fenómeno cultural en expansión
La animación japonesa, conocida globalmente como anime, ha superado las barreras culturales y geográficas durante varias décadas para establecerse como una forma de entretenimiento de alcance mundial. Títulos como "Dragon Ball Z", "One Piece" y "Naruto" han dejado una marca duradera en la memoria colectiva, pero la evolución en los hábitos de consumo ha redefinido la industria. La llegada de plataformas de streaming especializadas ha facilitado un acceso sin precedentes a un vasto catálogo de producciones.
Servicios como Crunchyroll, que se dedica exclusivamente al anime, ofrecen tanto series clásicas como estrenos simultáneos con Japón, permitiendo a la audiencia internacional seguir las historias sin demora. Este modelo ha sido fundamental para el reciente auge de la industria. A continuación, se presenta una selección de las series que actualmente captan la atención del público a nivel global.
Títulos destacados de la temporada
My Dress-Up Darling S2: La trama se centra en la relación entre Marin Kitagawa y Wakana Gojo, cuya amistad se fortalece a través de su pasión compartida por el "cosplay". La historia explora cómo esta afición expande su mundo social y desarrolla sus vínculos personales.
DAN DA DAN S2: La serie presenta a Momo, una joven de una familia de médiums espirituales, y a Okarun, un aficionado al ocultismo. Sus creencias opuestas sobre fantasmas y extraterrestres son puestas a prueba cuando ambos fenómenos resultan ser reales, obligándolos a colaborar para enfrentar amenazas paranormales.
The Fragrant Flower Blooms with Dignity: Narra la relación que surge entre Rintarō, un estudiante de apariencia intimidante, y la amable Kaoruko, quienes asisten a institutos que mantienen una fuerte rivalidad.
Toilet-bound Hanako-kun S2 Part II: La historia sigue a Yashiro Nene, una estudiante que busca ayuda sobrenatural para su vida amorosa y se encuentra con el espíritu de un joven llamado Hanako en el baño de niñas de su escuela.
Secrets of the Silent Witch: La protagonista es Monica Everett, una hechicera extremadamente poderosa pero socialmente introvertida, conocida como la Bruja Silenciosa. A pesar de su timidez, se le asigna la misión secreta de proteger al segundo príncipe del reino.
The Summer Hikaru Died: Un relato de misterio y horror psicológico que comienza cuando un joven llamado Hikaru regresa a su pueblo tras una semana desaparecido. Su mejor amigo percibe un cambio inquietante en él, descubriendo una verdad sombría.
Rascal Does Not Dream of Santa Claus: La trama explora el "Síndrome de la Pubertad", un fenómeno que causa experiencias anómalas en adolescentes. El protagonista, Sakuta Azusagawa, ayuda a diferentes jóvenes que sufren esta condición.
KAIJU No. 8 S2: Basada en un manga de gran éxito, esta serie combina acción y comedia en un mundo donde monstruos gigantes, conocidos como "Kaiju", atacan constantemente. La producción está a cargo de estudios de renombre como Production I.G y Studio khara.
GACHIAKUTA: Ambientada en una distopía donde los desfavorecidos son arrojados a un abismo lleno de monstruos. El protagonista, Ludo, es acusado falsamente y exiliado, donde adquiere un nuevo poder para buscar venganza y sobrevivir.
There’s No Freaking Way I’ll be Your Lover! Unless..: Una comedia de fantasía sobre Alina, una recepcionista de gremio que, para evitar trabajar horas extra, derrota secretamente a los jefes de las mazmorras, lo que le otorga el apodo de "El Verdugo".
El impacto de la demanda global
El crecimiento del sector no es una percepción aislada. Un informe de Parrot Analytics, firma especializada en análisis de medios, señala que la pandemia de COVID-19 aceleró significativamente el consumo de anime a nivel mundial. Entre mayo de 2020 y abril de 2021, la demanda de estas producciones aumentó de manera notable, especialmente en países como Estados Unidos, Brasil y Canadá. El estudio también destaca a México como el país de América Latina con el mayor incremento en la audiencia.
Esta creciente demanda global ha superado la oferta de contenido disponible, llevando a las plataformas de streaming a invertir en producciones originales. Sin embargo, el proceso de producción de una serie de anime es complejo y prolongado, con un promedio de dos años por temporada, lo que explica los largos períodos de espera entre la continuación de las historias.