Una nueva producción teatral en Buenos Aires revive un capítulo doloroso de la Segunda Guerra Mundial a través de una historia familiar silenciada durante décadas. La obra, titulada "Varsovia 1944", lleva al escenario el destino de tres hermanos adolescentes que se unieron y perecieron en el Levantamiento de Varsovia, un esfuerzo de la resistencia polaca por liberar su capital de la ocupación nazi.
El montaje se basa en el libro de no ficción "Chicos de Varsovia", escrito por la periodista argentina Ana Wajszczuk. La autora descubrió tardíamente la historia de Anna, Antoni y Wojtek, primos de su abuelo Zbigniew, quien sobrevivió a la guerra pero nunca habló del trauma y la pérdida de sus familiares. La investigación de Wajszczuk, que la llevó a viajar a Polonia junto a su padre, buscó reconstruir las vidas truncadas de los jóvenes combatientes del Armia Krajowa, el ejército clandestino polaco.
La obra, dirigida y protagonizada por Dennis Smith, utiliza el recurso de una entrevista radial a un descendiente ficticio, Lucas (interpretado por Smith), para narrar los hechos. A través de su relato, emergen las figuras de los hermanos, quienes relatan en primera persona los eventos que culminaron en su muerte. La puesta en escena recrea momentos clave del levantamiento, que duró 63 días y terminó con la aniquilación de la resistencia y la destrucción casi total de la ciudad.
Uno de los episodios centrales es la captura de un tanque alemán por parte de los insurgentes el 13 de agosto de 1944. Lo que pareció una victoria se convirtió en una masacre cuando el vehículo, una trampa explosiva, detonó en medio de una multitud. La obra describe el evento con un lenguaje crudo: "Un remolino de vidrios y ladrillos, pedazos de hierro quemados y retorcidos, huesos... todo lo que es materia y no se ha desintegrado se convierte en proyectil".
La narrativa sigue los destinos inciertos de los tres hermanos. Anna, de 18 años, sobrevive a la explosión inicial solo para morir días después en el bombardeo del hospital donde se recuperaba. Antoni, de 20 años, el único con algo de instrucción militar, habría muerto durante el asalto a un edificio de la Gestapo y sus restos yacen en una fosa común. El menor, Wojtek, de 15 años, desapareció tras una emboscada a su grupo de boy scouts, y su nombre solo perdura en un memorial.
La producción combina la narración testimonial con elementos musicales y un tono que equilibra el rigor histórico con la emoción del drama familiar. La obra explora cómo el trauma histórico reverbera a través de las generaciones y el rol de la memoria en la reconstrucción de identidades fragmentadas por la guerra. A ochenta años del levantamiento, "Varsovia 1944" conecta al público con las consecuencias humanas de un conflicto que sigue definiendo el presente.