Una brecha entre la máquina y el operador
La modernización del sector agrícola en Bolivia enfrenta un obstáculo significativo: la escasez de personal técnico capacitado para operar y mantener la maquinaria de última generación. A pesar de que el país tiene acceso a equipos avanzados de mercados como Brasil, Argentina y Estados Unidos, la falta de operadores y mecánicos cualificados se ha convertido en el principal factor que limita el aprovechamiento de esta tecnología.
“Lo que más se necesita hoy es formar operadores”, afirmó Ricardo Martínez Peck, especialista en maquinaria agrícola, durante su participación en el VI Congreso Internacional de la Soya. “Lo que nos está quedando es la brecha entre el que opera esa tecnología y la tecnología en sí misma”, advirtió.
Según Martínez Peck, esta carencia de mano de obra calificada es tan crítica que se ha convertido en el “factor más limitante” para el desarrollo tecnológico del agro en el país. Grandes empresas del oriente boliviano importan equipos sofisticados, pero con frecuencia deben recurrir a personal extranjero para su instalación y reparación debido a la falta de expertos locales.
Pérdidas de tiempo y producción
El problema se agrava en zonas de producción más alejadas. Cuando una máquina sufre un desperfecto o una mala manipulación en áreas remotas, la asistencia técnica puede tardar en llegar hasta un mes, generando importantes retrasos y pérdidas económicas.
El experto explicó que en muchos casos no se trata de averías complejas. A menudo, la maquinaria activa sus propios mecanismos de defensa para evitar daños mayores, una situación que un operador capacitado podría resolver de inmediato. Sin embargo, la falta de formación obliga a esperar la llegada de un especialista, paralizando las operaciones.
Ante este escenario, Martínez Peck instó a las asociaciones de productores, universidades y otras instituciones a unir esfuerzos para desarrollar programas de formación técnica que permitan cerrar esta brecha de capital humano y asegurar que la inversión en tecnología se traduzca en una mayor productividad para el campo boliviano.