Un plan de 'medidas drásticas' para la economía
El responsable del programa de estabilización económica del candidato presidencial Rodrigo Paz, José Gabriel Espinoza, delineó una serie de “medidas drásticas” que un eventual nuevo gobierno implementaría para enfrentar la crisis económica de Bolivia. Las propuestas centrales incluyen una significativa reducción del gasto público y la eliminación del subsidio a los hidrocarburos, medidas que serían acompañadas por transferencias monetarias directas a los sectores más vulnerables.
Rodrigo Paz, quien obtuvo el 32% de los votos en la primera vuelta electoral del 17 de agosto, se enfrentará en una segunda vuelta a Jorge Tuto Quiroga, quien alcanzó el 26,7%. La definición presidencial está prevista para el 19 de octubre.
“Obviamente se quita el subsidio y un aumento del precio es inevitable”, afirmó Espinoza en una entrevista. “En el caso del diésel, que es el gran problema para el sector productivo, no sirve de nada tener un precio de 3,72 (bolivianos) cuando no es posible encontrar el combustible en las gasolineras”.
Las claves del plan de estabilización
Espinoza detalló que las tres acciones iniciales del plan se enfocarían en: reordenar y reducir el gasto corriente del Estado, revisar el esquema de subsidios a los combustibles e implementar una red de protección social para mitigar el impacto en la población de menores ingresos.
Según el economista, el subsidio a los hidrocarburos “ya no es factible” y, bajo su estructura actual, fomenta el contrabando y la corrupción. Aclaró que una parte de los recursos que se liberarían con esta medida se destinaría a transferencias directas para adultos mayores y familias en situación de vulnerabilidad, buscando protegerlos del proceso inflacionario y el deterioro de sus ingresos.
En cuanto al ajuste fiscal, el plan contempla la eliminación de todo gasto corriente no justificado, lo que, según sus estimaciones, generaría un ahorro de más de 2.500 millones de bolivianos en las partidas controladas por el gobierno central. Espinoza criticó asignaciones presupuestarias que considera carentes de eficiencia, como el presupuesto del Ministerio de la Presidencia, que supera los 2.100 millones de bolivianos para infraestructura.
Reestructuración de empresas públicas
Para las empresas estatales con déficit operativo, se anticipa un régimen de ‘suspensión administrativa’. “No van a tener más desembolsos de parte del Estado mientras se lleva adelante una auditoría técnica y financiera”, explicó. Posteriormente, se evaluaría un proceso de racionalización que podría incluir la transferencia de estas compañías a alcaldías, gobernaciones, sus trabajadores o mediante asociaciones público-privadas, para lo cual se analizarían reformas legales o constitucionales.
Tipo de cambio y relación con el FMI
Frente a la escasez de dólares, Espinoza señaló que la prioridad es “ordenar la casa” fiscalmente antes de considerar un acercamiento al Fondo Monetario Internacional (FMI). “No vamos a recurrir al FMI de entrada porque si las cuentas fiscales no están ordenadas, ir al FMI implica un ejercicio largo y poco útil”, sostuvo. Añadió que un esfuerzo fiscal genuino podría atraer ofertas de crédito del organismo posteriormente.
Respecto al régimen cambiario, el plan busca unificar los múltiples tipos de cambio existentes en el país. “Planteamos utilizar mecanismos de mercado para volver a un tipo de cambio único”, indicó Espinoza. Aclaró que se aplicaría una política de tipo de cambio flotante pero controlado, con el objetivo de evitar la volatilidad, la cual, afirmó, “es lo que más daño hace a la economía”.