La búsqueda del sonido perfecto
Para la creación del universo sonoro de "Donkey Kong Bananza", la más reciente entrega de la franquicia estrenada el 17 de julio para la consola Nintendo Switch 2, el equipo de desarrollo recurrió a métodos poco convencionales. En una entrevista con el medio especializado Nintendo Dream Web, el director de sonido, Naoto Kubo, detalló el proceso de utilización de la técnica de Foley para capturar los efectos de audio del juego, un método que incluyó la destrucción de frutas y otros objetos cotidianos.
La técnica Foley, un estándar en la industria del cine y los videojuegos, consiste en grabar sonidos producidos por objetos reales para sincronizarlos con la acción en pantalla, buscando el mayor realismo posible. Para "Donkey Kong Bananza", este método se llevó a un nivel meticuloso.
El desafío de las sandías
Kubo relató que uno de los mayores desafíos fue capturar el sonido de un melón gigante que el personaje debe destruir en uno de los niveles. El equipo insistió en usar sandías reales para obtener el crujido y la jugosidad adecuados. Sin embargo, el momento de la grabación coincidió con el final del verano, lo que resultó en frutas de menor calidad que no producían el efecto deseado. El equipo de sonido tuvo que esperar casi un año hasta la siguiente temporada estival para adquirir sandías frescas y finalmente registrar el audio requerido.
De galletas a hamburguesas jugosas
El ingenio del equipo de audio no se detuvo en las frutas. Según Kubo, para simular el sonido de Donkey Kong comiendo manzanas, los ingenieros grabaron el crujido de galletas siendo masticadas muy cerca de los micrófonos. Además, el sonido obtenido al aplastar las sandías fue reutilizado y añadido a los efectos de las hamburguesas que aparecen en el juego, con el fin de hacerlas sonar "aún más jugosas y realistas" al momento de ser consumidas por los personajes.
