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Werner Herzog, el cineasta de los excesos, recibe el León de Oro a la Trayectoria en Venecia

El director alemán, conocido por sus rodajes extremos y su incesante búsqueda de imágenes únicas, fue galardonado con el máximo honor del Festival de Cine de Venecia, en reconocimiento a una carrera que abarca más de medio siglo y 70 películas.
Werner Herzog recibe el León de Oro a la Trayectoria en el Festival de Venecia, reconociendo su impacto en el cine mundial (Foto: Internet)

Un reconocimiento a una carrera indómita

El cineasta alemán Werner Herzog, una figura central del Nuevo Cine Alemán y director reconocido por sus métodos de rodaje poco convencionales y a menudo peligrosos, recibió este miércoles el León de Oro a la Trayectoria en la ceremonia de apertura de la 82ª edición del Festival de Cine de Venecia. El galardón fue entregado por el director estadounidense Francis Ford Coppola.

Herzog, de 81 años, es considerado uno de los renovadores del cine de su país, junto a contemporáneos como Volker Schlöndorff y Wim Wenders. A lo largo de una carrera de más de cincuenta años, ha dirigido aproximadamente 70 producciones, que abarcan tanto la ficción como el documental, siempre con un interés en explorar los extremos de la condición humana y el caos inherente a la naturaleza.

Del Amazonas a la Antártida: el rodaje como aventura

Su filmografía está marcada por una insaciable búsqueda de escenarios y situaciones inéditas, lo que a menudo ha puesto en riesgo su propia vida y la de sus equipos. Rodó en la selva peruana para Aguirre, la cólera de Dios (1972), exploró volcanes activos en La Soufrière (1977), los desiertos de Australia en Donde sueñan las verdes hormigas (1984) y la Antártida en Encuentros en el fin del mundo, que le valió una nominación al Oscar en 2007.

Sus métodos han pasado a la historia del cine: para el rodaje de Fitzcarraldo, hizo que un barco de 300 toneladas fuera subido por una colina. En Corazón de cristal (1976), trabajó con un elenco completamente hipnotizado, y en Nosferatu (1978), utilizó miles de ratas. En un episodio que ilustra su personalidad, cumplió una apuesta comiéndose su propio zapato después de hervirlo durante cinco horas.

La relación con Klaus Kinski

Una de las facetas más legendarias de su carrera fue su intensa y conflictiva colaboración con el actor Klaus Kinski, con quien rodó cinco películas fundamentales: Aguirre, la cólera de Dios, Nosferatu, Woyzeck (1979), Fitzcarraldo —que le otorgó el premio a la Mejor Dirección en Cannes en 1982— y Cobra Verde (1987).

“Nuestra confrontación alcanzaba niveles insostenibles, pero era productiva en la pantalla”, declaró Herzog en su documental Enemigos íntimos, dedicado a su relación. El director llegó a admitir que durante el rodaje de Fitzcarraldo planeó asesinar a Kinski, un plan que, según él, agradece a Dios que no se concretara.

Inicios y consolidación

Nacido en Múnich en 1942, Herzog creció en la pobreza en una zona rural de Baviera tras un bombardeo que obligó a su familia a desplazarse. Se formó como cineasta de manera autodidacta y rodó su primer cortometraje a los 15 años con una cámara robada. Su primer largometraje, Signos de vida (1968), obtuvo el Oso de Plata en Berlín y fue aclamado por la crítica como una renovación del cine alemán.

En la década de 1970 consolidó su prestigio con obras como También los enanos empezaron pequeños (1970), El país del silencio y la oscuridad (1971) y El enigma Kaspar Hauser (1975), con la que ganó el Gran Premio del Jurado en Cannes.

Tras su turbulenta etapa con Kinski, Herzog inició una segunda carrera en Estados Unidos, enfocándose en el género documental con obras aclamadas como Grizzly Man (2005) e Into the Abyss (2011). También ha dirigido ficciones con estrellas de Hollywood como Christian Bale en Rescate al amanecer (2006) y Nicole Kidman en La reina del desierto (2015), demostrando una vigencia creativa que se extiende hasta hoy.

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