Una reaparición para analizar el presente
El expresidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, ha reaparecido en la esfera pública a través de una carta emitida desde Washington D.C. con motivo del 40º aniversario de la promulgación del Decreto Supremo 21060. En el documento, el exmandatario traza un paralelismo entre la grave crisis económica de 1985 y la situación actual del país, al tiempo que reflexiona sobre el tipo de liderazgo necesario para el futuro.
“Al recordar los 40 años de la promulgación del Decreto Supremo 21060, observamos que el país enfrenta nuevamente una situación crítica”, afirma Sánchez de Lozada en la misiva, titulada “Recordando el 21060, para mirar al futuro”. El texto fue difundido en algunos medios de comunicación como un espacio pagado.
El decreto fue promulgado el 29 de agosto de 1985, durante el gobierno de Víctor Paz Estenssoro. Sánchez de Lozada evoca la célebre frase del entonces presidente, “Bolivia se nos muere”, y sugiere que podría ser aplicable nuevamente en el contexto actual.
Lecciones del pasado
Según Sánchez de Lozada, quien en 1985 se desempeñaba como Ministro de Planeamiento, la lección más importante de esa experiencia es que “el liderazgo político debe ser al mismo tiempo firme y concertador”. Además, subraya la necesidad de dar mayor libertad a los agentes económicos y proteger a los más vulnerables, “eludiendo las tentaciones demagógicas”.
El exmandatario también advierte que la “división social, regional y étnica” es “más grande que nunca”, por lo que insta a buscar factores de unidad para “reconstruir Bolivia” sin exclusiones.
En su relato sobre la gestación de la norma, asegura que Paz Estenssoro le encomendó liderar un equipo para preparar un plan de emergencia en un plazo de tres semanas, sin “ninguna participación extranjera” ni condicionamientos externos.
Un contraste con la crisis actual
El expresidente destaca que el decreto logró frenar una inflación que había alcanzado el 2,177.2%, detener la devaluación y terminar con el desabastecimiento. No obstante, reconoce que las medidas fueron dolorosas, incluyendo el alza en el precio de los combustibles y el cierre de operaciones en gran parte de la minería estatal, una decisión que califica de difícil pero necesaria ante el desplome de los precios internacionales del estaño.
Sánchez de Lozada establece una diferencia fundamental entre la crisis de entonces y la de ahora. “En 1985, el precio del estaño, nuestra principal fuente de ingresos, se desplomó por factores externos. Hoy, en 2025, ocurre algo similar con el gas”, escribe. “Pero hay una gran diferencia: esta vez no se trata de un derrumbe provocado por el mercado internacional, sino por uno de los mayores crímenes económicos en la historia del país: Despilfarraron los ingresos del gas sin realizar nuevas inversiones”.
Concluye su análisis afirmando que, si bien el DS 21060 alcanzó sus objetivos, no logró superar problemas estructurales que derivaron en “desconfianza, demagogia y autoritarismo”, fuerzas que, en su opinión, han conducido a la crisis que Bolivia enfrenta en la actualidad.
Sánchez de Lozada gobernó Bolivia en dos periodos (1993-1997 y 2002-2003). Renunció a la presidencia el 17 de octubre de 2003 en medio de masivas protestas sociales que dejaron un saldo de 67 muertos. Desde entonces, reside en Estados Unidos.