El estratega político estadounidense Dick Morris, una de las figuras más influyentes del marketing político a nivel global, visitará Santa Cruz esta semana para encabezar un conversatorio sobre campañas electorales. El evento es organizado de manera conjunta por el Grupo Nueva Economía y el portal de noticias Brújula Digital.
El encuentro se llevará a cabo el próximo miércoles 3 de septiembre a las 10:30 a.m. en Santa Cruz. Morris es una figura central en el debate sobre las estrategias electorales modernas, habiendo desempeñado un papel clave en el diseño de la campaña que permitió a Donald Trump retomar un lugar protagónico en la política de Estados Unidos. Su visión sobre el populismo, el uso de la polarización y la comunicación directa con las bases electorales fue decisiva en ese proceso.
Estas ideas fueron expuestas en su libro más reciente, “The Return” (El Regreso), publicado en 2024, donde delineó un plan para el retorno de Trump a la presidencia. Su influencia se remonta a la campaña de 2016, en la que contribuyó como asesor en la victoria del magnate neoyorquino.
La trayectoria de Morris es amplia y diversa. En la década de 1990, fue un asesor clave del presidente Bill Clinton, a quien ayudó a asegurar su reelección en 1996 mediante una estrategia que combinaba elementos progresistas con propuestas de corte conservador. Posteriormente, se consolidó como comentarista político y consultor para campañas en América Latina, asesorando a candidatos en México, Argentina y Uruguay con un estilo caracterizado por ser directo y mediático.
La visita de Morris a Bolivia ocurre en un momento significativo, mientras el país se prepara para un escenario electoral marcado por campañas de bajo presupuesto, un creciente protagonismo de las redes sociales y discursos que intentan responder a la polarización y a una crisis de representación política. Como autor de numerosos libros sobre comunicación, Morris se mantiene como uno de los consultores más controvertidos y escuchados en el ámbito internacional. Su presencia representa una oportunidad para reflexionar sobre el futuro del marketing político en un país que atraviesa un punto de inflexión democrático.