Se trata de un guiso cremoso y sabroso, ideal para cualquier ocasión, que celebra la riqueza de nuestros productos y la calidez de nuestra cocina.
AJÍ DE POLLO
Ingredientes
- 8 presas de pollo (piernas y muslos son ideales)
- 2 cebollas grandes, picadas finamente
- 4 dientes de ajo, picados o machacados
- 4 cucharas de ají amarillo en vaina, sin pepas ni venas, licuado (o pasta de ají amarillo)
- 1/2 taza de arvejas frescas o congeladas
- 2 papas medianas, cocidas y cortadas en cubos grandes
- 1/2 taza de caldo de pollo o agua
- 1/2 taza de leche evaporada (opcional, para cremosidad)
- 1/4 taza de perejil fresco picado
- Sal a gusto
- Pimienta negra recién molida a gusto
- Comino a gusto
- Aceite vegetal para freír
- Arroz blanco cocido para acompañar
Preparación
- Para comenzar, se lavan y se sazonan las presas de pollo con sal, pimienta y comino.
- En una olla grande o sartén hondo, se calienta un poco de aceite a fuego medio. Se sellan las presas de pollo por todos sus lados hasta que estén doradas. Una vez doradas, se retiran y se reservan.
- En la misma olla, se agrega un poco más de aceite si es necesario, y se sofríe la cebolla picada hasta que esté transparente y suave.
- Luego, se añade el ajo picado y se cocina por un minuto más hasta que desprenda su aroma.
- Es el momento de incorporar el ají amarillo licuado o la pasta de ají. Se cocina a fuego bajo, removiendo constantemente, por unos 5 a 7 minutos. Este paso es crucial para que el ají pierda su sabor crudo y se integren bien los sabores.
- Se devuelven las presas de pollo a la olla. Se añade el caldo de pollo (o agua), las arvejas y se rectifica la sazón con sal y pimienta.
- Se tapa la olla y se deja cocinar a fuego medio-bajo durante unos 25 a 30 minutos, o hasta que el pollo esté tierno y cocido por completo.
- Cuando el pollo esté casi listo, se añaden las papas cocidas y cortadas en cubos. Se mezcla suavemente.
- Si se desea un guiso más cremoso, se incorpora la leche evaporada y se cocina por un par de minutos más, sin dejar que hierva vigorosamente.
- Finalmente, se retira del fuego y se espolvorea con el perejil fresco picado.
- Se sirve el Ají de Pollo caliente, acompañado de arroz blanco graneado, permitiendo que cada comensal disfrute de este auténtico sabor boliviano.