Patasca Valluna: El Sabor Ancestral de los Valles Bolivianos
Cuando el frío de los valles bolivianos se hace sentir, no hay nada que reconforte más el alma que un buen plato de patasca. Esta sopa, robusta y llena de tradición, es un verdadero pilar de la gastronomía de Cochabamba, un festín que nutre el cuerpo y el espíritu con sus sabores ancestrales.
La patasca, cuyo nombre proviene del quechua y significa 'desgranar', es un plato campesino que ha trascendido generaciones, convirtiéndose en un ícono de la cocina boliviana. Su base de maíz pelado (mote) y carne de cerdo, cocida a fuego lento, es la clave de su sabor profundo y reconfortante. Esta es la receta para traer un pedazo de los valles a su mesa.
Ingredientes
- 500 gramos de mote pelado (maíz blanco pelado)
- 500 gramos de carne de cerdo (preferentemente costillas y patas, cortadas en trozos)
- 250 gramos de chuño (papa deshidratada), remojado y pelado
- 1 cebolla grande, picada finamente
- 3 dientes de ajo, picados
- 1 rama de apio, picada
- 1/2 taza de ají colorado molido (opcional, para un toque picante)
- 1/4 taza de hierbabuena fresca, picada
- Sal al gusto
- Pimienta al gusto
- Aceite vegetal
- Agua en cantidad suficiente
Preparación
- La chef recomienda comenzar la noche anterior con el mote. Lavar el mote pelado y dejarlo en remojo con abundante agua. Al día siguiente, escurrir y cocinar en una olla grande con agua limpia hasta que esté tierno y reviente, lo cual puede tomar varias horas. Una vez cocido, escurrir y reservar.
- Mientras el mote se cocina, remojar el chuño en agua tibia por al menos una hora. Luego, frotar vigorosamente para desprender la cáscara, lavar y reservar.
- En una olla aparte, cocinar la carne de cerdo con suficiente agua y una pizca de sal hasta que esté tierna. Retirar la carne y reservar el caldo.
- En una sartén grande, calentar un poco de aceite y sofreír la cebolla, el ajo y el apio hasta que estén transparentes. Si se desea usar ají colorado, es el momento de agregarlo y cocinar por unos minutos más, moviendo constantemente para que no se queme.
- Incorporar los trozos de carne de cerdo al sofrito.
- Agregar el mote cocido a la olla junto con el chuño. Verter el caldo de cerdo que se había reservado y, si es necesario, añadir más agua caliente hasta cubrir todos los ingredientes.
- Dejar que todo hierva a fuego suave durante al menos 30 a 40 minutos, permitiendo que los sabores se mezclen y el chuño termine de cocerse.
- Rectificar la sal y la pimienta.
- Finalmente, antes de servir, agregar la hierbabuena fresca picada. Este toque aromático es esencial para el sabor característico de la patasca.
- Servir caliente en platos hondos, asegurándose de que cada porción tenga carne, mote y chuño. La patasca es una sopa sustanciosa que se disfruta mejor en los días fríos.